Los Ángeles —
La plaza de cónsul general es anhelada por los reflectores y la importancia que tiene; sin embargo, llegar a la oficina consular guatemalteca en Los Ángeles tiene desmesurados desafíos, ciudad en donde radica una beligerante comunidad que así como eleva a un funcionario es capaz de provocar su remoción.
En ese puesto, han pasado cuatro cónsules en los últimos 12 años; de ellos solo dos han salido con la cabeza en alto, Pablo García Sáenz y José Barillas Trennert; en cambio, Francisco Cuevas renunció y Roberto Archila fue destituido, producto de la presión y la vigilancia de la comunidad chapina local.
Conocedor de ese escenario, el lunes 1 de junio, asumió el cargo de cónsul general el joven diplomático Tekandi Paniagua, dispuesto a elevar la calidad de los servicios a favor de sus connacionales, condimentando esa función, dijo el funcionario, con una dosis de sensibilidad humana.
En la primera entrevista en su despacho, Los Angeles Times en Español encontró al nuevo cónsul vestido con gorra y camisa polo, listo para cambiar de las tareas administrativas a las de servicio al cliente. “No soy mucho de escritorio”, advirtió el funcionario que viene del consulado en Del Río (Texas).
Artículo tomado de: latimes.com